Años,han tenido que pasar un montón de años y que la indefensión del otro ( a pesar de un -todavía - fuerte carácter ) sea patente y existan lazos consanguíneos y reconocimientos de virtudes, dentro también de otros no demasiado éticos. Para que el perdón y el cariño, afloren, dominen y no lo sean los reproches, el asco y cierto desprecio ante acciones egoístas y dictatoriales. Estas últimas, producto de un ego desmesurado, que también - hay que reconocer- acompaño momentos brillantes, originales y de entrega a los otros.
Pero el perdón, solo se consigue con el tiempo y la proximidad y una mente muy abierta.
Lo triste, lo realmente triste es que el tiempo lleve al olvido, antes que al perdón. Y la reflexión viene hilando sola, de cómo llega a aparecer el perdón y alivia el corazón, posible con el tiempo cuando no ha habido humillación.Y que triste, que necesitemos acabar olvidando, quizás? para no sentirnos humillados.
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